Buscando literatura científica sobre cambios en la biodiversidad asociados a cambios en el clima en Centroamérica me encontré a un par de orugas reportadas en el Área de Conservación Guanacaste que en la última década han sufrido cambios importantes en su distribución, estas son dos especies de Caterpillar llamadas por los biólogos Copaxa rufinans y Copaxa curvilinea. En la década de 1990 y anteriores, la oruga Copaxa rufinans se encontraba en las elevaciones entre 400 y 1.200 metros en los bosques tropicales del Área de Conservación Guanacaste y su pariente más cercano Copaxa curvilinea, se distribuía en elevaciones más bajas -entre 100 y 500 metros de la ACG pero en la última década, las orugas de C. rufinans prácticamente desapareció de la zona de los 400 – 700, mientras que C. curvilinea ha llegado a ser más común en el rango de los 500-700 metros, al mismo tiempo la temperatura ha ido en aumento en estos bosque tropicales y la estación seca se ha alargado e intensificado. C. rufinans ha abandonado en gran medida el extremo inferior de la distribución de ACG y C.curvilinea ha ampliado su distribución de las tierras bajas hacia arriba por lo menos 200 metros en los últimos diez años.
Este tipo de ejemplo nos delata que los enfoques tradicionales de conservación, en el cuál creemos que las especies siempre estarían en el mismo lugar y con ello asumimos que si protegemos una región las especies que viven allí estarían protegidas para siempre. Pero las especies nunca se van a quedar quietas cuando las temperaturas quedan fuera de su zona de confort. Lo anterior sugiere que las ideas sobre las estrategias de conservación tienen que cambiar radicalmente.
Referencia:
Hannah Hoag. 2010. Confronting the biodiversity crisis. Nature reports climate change.Vol 4. May 2010