Las orugas que les dio calor en Guanacaste…

Buscando literatura científica sobre cambios en la biodiversidad asociados a cambios en el clima en Centroamérica me encontré a un par de orugas reportadas en el Área de Conservación Guanacaste que en la última década han sufrido cambios importantes en su distribución, estas son dos especies de Caterpillar llamadas por los biólogos Copaxa rufinansCopaxa curvilinea. En la década de 1990 y anteriores, la oruga Copaxa rufinans se encontraba en las elevaciones entre 400 y 1.200 metros en los bosques tropicales del Área de Conservación Guanacaste y su pariente más cercano Copaxa curvilinea, se distribuía en elevaciones más bajas -entre 100 y 500 metros de la ACG pero en la última década, las orugas de C. rufinans prácticamente desapareció de la zona de los 400 – 700, mientras que C. curvilinea ha llegado a ser más común en el rango de los 500-700 metros,  al mismo tiempo  la temperatura ha ido en aumento en estos bosque tropicales y la estación seca se ha alargado e intensificado. C. rufinans ha abandonado en gran medida  el extremo inferior de la distribución de ACG y C.curvilinea ha ampliado su distribución de las tierras bajas hacia arriba por lo menos 200 metros en los últimos diez años.

Este tipo de ejemplo nos delata que los enfoques tradicionales de conservación, en el cuál creemos que las especies siempre estarían en el mismo lugar y con ello asumimos que si protegemos una región las especies que viven allí estarían protegidas para siempre. Pero las especies nunca se van a quedar quietas cuando las temperaturas quedan fuera de su zona de confort. Lo anterior sugiere que las ideas sobre las estrategias de conservación tienen que cambiar radicalmente.

Referencia:

Hannah Hoag. 2010. Confronting the biodiversity crisis.  Nature reports climate change.Vol 4. May 2010

La Biocapacidad de Costa Rica esta en ROJO

En la última década Costa Rica el país “verde”, “líder en desempeño ambiental”, se ha caracterizado por mostrar un comportamiento totalmente contradictorio e irresponsable en el uso de sus recursos naturales, desorden territorial y poco control de las actividades productivas, por otro lado la ciudadanía más feliz de la tierra (en forma abrumadora) no parece asumir su compromiso de cambio cultural para reducir su huella sobre los recursos o disminuir la contaminación.

Según el XVII Informe del Estado de La Nación; “En el 2010 Costa Rica continuo con una huella ecológica negativa; la brecha ente el uso de los recursos y la capacidad del territorio para satisfacer esa demanda creció tres veces en la década pasada, y evidenció que los patrones existentes no son sostenibles. En el 2010 este indicador mostró la diferencia más alta del período: cada habitante requiere un 13,4% más del territorio disponible o biocapacidad. Los principales impulsores de esta deuda siguen siendo las emisiones contaminantes y los efectos de la falta de ordenamiento territorial.” (Cuadro 1)

Cuadro 1. Indicadores ambientales. 2006-2010 Según el XVII Informe del Estado de La Nación

Indicador

2006

2007

2008

2009

2010

Huella ecológica (hectáreas globales por habitante)

1.81

1.89

1.86

1.83

1.88

Deuda ecológica (hectáreas globales por cada cien habitantes)

-10.31

-20.02

-19.76

-19.3

-22.25

 La Deuda ecológica: Representa la diferencia que se obtiene al comparar el territorio disponible (biocapacidad) con el uso de los recursos efectuado por la población en un año determinado (huella ecológica). Para el 2010 esto significa que se necesitaron el equivalente a 1.88 Costa Ricas para satisfacer las necesidades de todos los habitantes de la nación.

Esta figura  muestra el comportamiento de la biocapacidad de Costa Rica en  hectáreas globales (eje vertical) entre los años 1960 y 2005. (Una hectárea global es una unidad de medida empleada para cuantificar la biocapacidad del planeta. Una hectárea global es la media de la bioproductividad de todas las hectáreas consideradas «productivas» en la tierra.)

Costa Rica aproximadamente desde el año 1993 según el Informe de la Organización Global Footprint Network (2010) sobrepaso su biocapacidad (Figura anterior), esto significa que el país para sobrevivir importa recursos, esta agotando sus propias reservas y asi contribuye cada vez más con emisiones de carbono que van a la atmósfera y los océanos.

En un mundo de límites ecológicos, ¿Uno se pregunta como este país va a poder en el futuro cercano acceder a los servicios ecológicos cada vez más limitados y costosos?, este déficit en biocapacidad lo que hace es aumentar la vulnerabilidad a la volatilidad de los precios y las interrupciones de suministros básicos con los consiguientes riesgos económicos, sociales y geopolíticos.

El país necesita cambiar de rumbo alrededor de este tema, debe revertir el déficit de biocapacidad, ya que es la única manera de poder hablar en el futuro de desarrollo sostenible y esto solo es posible disminuyendo la huella ecológica.

También necesitamos un cambio en la forma de medir nuestro desarrollo enriqueciendo los indicadores tradicionales de economía, empleo, PIB, etc., con indicadores que ayuden a gestionar la oferta y demanda del capital natural que el país tiene.

Requerimos una contabilidad de la Huella Ecológica dentro de la economía que ayude a los formuladores de políticas en la toma de medidas para minimizar la demanda de los activos ecológicos y para crear y fortalecer sus reservas, este tipo de medidas no sólo benefician a todo el planeta, sino que son vitales para el interés propio y largo plazo el bienestar de Costa Rica.

Referencias Consultadas:

Global Footprint Network, 2010 Annual Report

XVII Informe del Estado de La Nación. 2011. Estado de La Nación

 «El mundo ya no se divide por las ideologías de ‘Izquierda’ y ‘derecha’, sino que ahora se divide en los que aceptan los límites ecológicos y quienes no lo hacen. «

Wolfgang Sachs