Foro: Cómo gestionar el riesgo sistémico contra huracanes y pandemias

Los huracanes Eta e Iota y la covid-19 ponen en la palestra la adaptación y la reducción del peligro de desastre

“Este artículo es una publicación original realizada en la sección de Opinión del Periódico La Nación de Costa Rica, del 29 de noviembre  del 2020. Acceso al artículo original Aqui

Por: Andrea Vincent, Allan Lavell, Ana María Durán, Alice Brenes Maykall, Lenin Corrales, Pascal Girot y Omar Lizano miembros del Consejo Científico de Cambio Climático de Costa Rica (4C).

Los huracanes Eta e Iota golpearon a una Centroamérica que afrontaba la pandemia de covid-19, acarreando altos costos económicos y sociales especialmente para quienes viven en condiciones de vulnerabilidad y pobreza.

El impacto indirecto de huracanes en Costa Rica es común; no obstante, Otto, en noviembre del 2016, reveló la posibilidad de afectaciones directas en forma de tormentas tropicales de menor intensidad en múltiples ocasiones.

Los escenarios futuros sugieren un aumento en la frecuencia e intensidad de los huracanes e incertidumbre en cuanto a sus nuevas trayectorias.

Las pérdidas económicas asociadas a eventos extremos (fenómenos atmosféricos, sísmicos y volcánicos), sin contar los costos asociados a otros más recurrentes y de menor escala, se calculan en $2.210 millones entre el 2005 y el 2017 en infraestructura, servicios y producción.

Las pérdidas debidas a la influencia indirecta de Eta ascienden a $14,5 millones en daños en infraestructura y 325.000 afectados, lo cual agrava la crisis económica y fiscal preexistente y la vulnerabilidad de la población más pobre.

Incremento de la frecuencia. Lejos de ser una situación anómala esta combinación de amenazas probablemente marque un hecho cada vez más frecuente.

Los acuerdos internacionales sobre riesgo de desastres de Hyogo (2005) y de Sendái (2015) reconocen que en una sociedad cada vez más densamente poblada, globalizada e interconectada, el riesgo es sistémico y transciende las barreras de lo económico, social y ambiental.

Por ejemplo, el riesgo de enfermedades zoonóticas como la covid-19 aumenta con factores que incrementan la probabilidad de transmisión entre animales silvestres y humanos (p. ej. crecimiento poblacional, deforestación).

La pandemia no solo resulta de la transmisibilidad del virus, sino también de la interconectividad de un mundo globalizado.

Esta situación sistémica resalta pautas que no deben ser ignoradas en materia de gestión de riesgo. El huracán Eta trae a colación la adaptación y la reducción del peligro de desastre.

La respuesta nacional a Eta se caracterizó por medidas de gestión reactivas y de emergencia de gran costo, seguidas por medidas de recuperación, reconstrucción y compensación a un costo aún mayor.

Los acuerdos de Hyogo y Sendái insisten en la adopción de una gestión integral del riesgo que busque reducir ex ante e impedir la construcción de riesgo en el futuro. Se trata de invertir en la sostenibilidad y seguridad de los medios de vida y de la infraestructura, no solamente de la acción puntual pre y posimpacto.

El país no está preparado. En nuestra «estrategia país» se hace hincapié en estos elementos, pero falta lograr muchos mayores niveles de ejecución.

Esto implica la toma de decisión con base en evidencia científica y mejorías radicales en el uso de los recursos, ya que si a duras penas se atienden las amenazas climáticas actuales, ¿cómo vamos a enfrentar los impactos del cambio climático?

Costa Rica promueve la mitigación del cambio climático y la carbono neutralidad. Sin embargo, en un país cuyas emisiones globales de gases de efecto de invernadero alcanzan el 0,04 %, es preocupante que no haya una inversión similar para adaptación y reducción de la amenaza de desastre.

La prevención y el control de la creación de nuevo riesgo deben volverse parámetros medulares para el desarrollo de nuestro país. Las instituciones y organizaciones públicas y privadas que promueven y efectivizan el crecimiento económico y el desarrollo deben obligatoriamente incorporar mecanismos de análisis y evaluación de riesgo, y tomar las medidas necesarias para mantenerlo en niveles socialmente aceptables.

Costa Rica tiene múltiples precedentes en la gestión correctiva y prospectiva del riesgo, como la prohibición del uso de adobe después del terremoto de Cartago (1910), la reforestación de las pendientes del volcán Irazú tras la erupción (1963) y el exitoso reasentamiento de Chinchona (2009).

Esto nos demuestra que sí es posible dar ese salto. En Centroamérica, Eta e Iota, Otto (2016), Nate (2017), Mitch (1998) y Joan (1988) nos enseñaron que los desastres y el riesgo que los antecede no son naturales, sino socialmente construidos. El costo de no actuar acorde con estas lecciones será muy caro.

Manuel Antonio: un Parque Nacional vulnerable a eventos climáticos extremos

Figura1A

Considerado en 2011 como uno de los 12 Parques Nacionales más hermosos del mundo por la revista Forbes (1) y una visitación anual de 379.608 visitantes (2014) el Parque Nacional Manuel Antonio (PNMA) es una de las Áreas Silvestres Protegidas de Costa Rica más visitadas y la que genera mayores ingresos dentro del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, donde además, ha contribuido a un incremento en el desarrollo del turismo local.

Figura1El Parque Nacional Manuel Antonio se encuentra ubicado en la Región del Pacífico Central cercano a la ciudad de Quepos y nace en 1972 como “Parque Recreativo Nacional Playas de Manuel Antonio”, posteriormente en 1978 cambia su categoría a Parque Nacional. A pesar que tiene una extensión en la parte continental bastante reducida (~1800 hectáreas), es la tercer área silvestre protegida marino-costera (~55.210 hectáreas) más grande del país y es considerado como un remanente de humedales y bosque en medio de amplias extensiones de monocultivos de palma africana y desarrollos turísticos(2). La porción continental está dominada en su extensión por un 50% de humedales, 35% bosque, 2% de playas y un 13% con modificaciones de origen humano, donde se han reportado 943 especies terrestres y 237 especies en el ambiente marino para un total de 1.180 especies(3).

 IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Procesos propios de la dinámica costera han venido aumentando de manera significativa en los últimos años tales como:

  • Entradas de ráfagas de viento de gran poder destructivo procedente del mar (Figura 1),
  • Erosión de la costa,
  • Marejadas de fondo e inundaciones temporales (Figura 2).

Estos fenómenos se verán cada vez exacerbados por los impactos previstos del cambio climático haciendo el PNMA particularmente vulnerable. De hecho, en los últimos años los eventos extremos de corta duración han provocado un cambio radical de la playa de mayor visitación del Parque.

Figura2Figura3

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunos de estos eventos son explicados por las marejadas de fondo (oleaje) que afectan frecuentemente el pacífico centroamericano y que son producidas por tormentas originadas en el Pacífico Sur(4). Estas tormentas intensas, llamadas intertropicales, cuando llegan a Nueva Zelanda se desvían hacia la costa pacífica de Costa Rica que a diferencia de los otros países de la región como Ecuador, México, Honduras o Nicaragua donde las olas alcanza hasta 3,5 metros de altura en Costa Rica solo alcanzan los dos metros y medio gracias a que las Islas Galápagos “protegen” al país reduciendo la energía de las olas (5). Con cambios en el clima es probable que estas tormentas aumenten su influencia sobre el pacífico.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN MANUEL ANTONIO?

Figura4En agosto del 2012 el Parque sufrió un evento extremo provocado por oleaje alto y marejadas de fondo (Figura 3), que produjo impactos importantes sobre la conformación de la playa. A pesar de que los administradores tomaron acciones para reconstruir la playa con el uso de maquinaria, durante el evento la playa perdió varios metros de vegetación destruyendo los sistemas de agua potable (Figura 4) y el sendero en la playa más visitada (Figura 5) y aumentando finalmente la vulnerabilidad del Parque a nuevos fenómenos extremo

EL FUTURO

Figura5Los efectos previstos del cambio climático en el PNMA incluyen aumento del nivel del mar(6), incremento de la temperatura ambiental(7) y superficial del mar(8), leve aumento de las precipitaciones al año 2050(9).

Estos efectos tendrán un impacto negativo en la salud de la biodiversidad del PNMA, así como una reducción probable en el número de turistas, a causa de la trasformación y erosión de las playas existentes. Finalmente, los eventos extremos tendrán un impacto significativo en la infraestructura del parque, con el riesgo concreto de destrucción de senderos y edificios para uso turístico.

Escenarios de cambio climático(10) establecen en la región del PNMA una tendencia de aumento en el nivel medio del mar de 1.95 mm/año, lo que equivaldría a un incremento de 58,61 mm al año 2040 – o sea un retroceso de la costa de 3 a 6 metros o incluso se podría llegar a 166.08 mm en presencia de un fenómeno del Niño (como pasó en 1997).

LA RESPUESTA

Los eventos de origen climático que se empiezan a documentar en el parque y bajo escenarios futuros de una mayor intensificación provocados por cambio en el clima llaman la atención sobre la necesidad de empezar a tomar acciones de adaptación que garanticen en el mediano y largo plazo el servicio ambiental de la recreación que el PNMA ofrece a los visitantes. Para lograr lo anterior algunas opciones de adaptación identificadas hasta ahora son(11):

  • Desarrollar un sistema de vigilancia y alerta temprana ante eventos extremos (por ej. marejadas de fondo, oleaje, vientos locales) producto de la variabilidad climática
  • Implementar un esquema de comunicación e información para el manejo de riesgos y la atención de contingencias resultantes de eventos meteorológicos extremos
  • Establecer zonas críticas y vulnerables para el visitante, bajo eventos extremos y establecer regulaciones para su uso
  • Mantener y conservar una línea de bosque mínima entre la zona supralitoral y los senderos en el bosque
  • Desarrollar un sistema de monitoreo de los perfiles de playa y dinámica de la playa para modelar los impactos futuros de aumento en nivel del mar y marejadas
  • Implementar un plan de desarrollo de capacidades del personal del PNMA y de otros actores estratégicos locales y regionales para la atención de los eventos extremos producidos por la variabilidad climática
  • Generar una línea base que permita dimensionar y monitorear el estado de la dinámica de la playa asociada a eventos extremos (marejadas de fondo, oleaje), consecuencias del aumento del nivel del mar y cambios en su composición por exceso de sedimentos

El documento en formato de publicación puede ser obtenido aquí:

Folleto

Publicación Manuel Antonio

REFERENCIAS

1 Jane Levere. (2011).The World’s Most Beautiful National Parks. 2 marzo 2015, de Forbes Magazine Sitio web: http://www.forbes.com/

2 Araucaria. (2003). Plan de ordenamiento territorial de la cuenca del Río Savegre. MINAE-AECI 3 SINAC. (2013). Plan de Manejo Parque Nacional Manuel Antonio 2014-2018. Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC). Aguirre-Costa Rica.

4 MioCimar.(2015).Condiciones de oleajes y mareas altas para estos días en el Pacífico de Costa Rica.Inforem Oceanográfico MIO01205-04-17. 17 de abril del 2015

5 Pablo Rojas. (2014). Fuerte oleaje en Centroamérica no repercutió en el país; prevén fenómeno

6 CEPAL, MASEE, IH-UC. (2012).Dinámicas, tendencias y variabilidad climática. Efectos del cambio climático en la costa de América Latina y el Caribe. Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Ministerio de Asuntos Exteriores de España (MASEE), Instituto de Hidráulica Ambienta de la Universidad de Cantabria. Santiago-Chile

7 IMN (2008). Cambio Climático: Clima, variabilidad y Cambio Climático en Costa Rica. Instituto Meteorológico Nacional. MINAET-GEF-IMN-PNUD.

8 CEPAL, MASEE, IH-UC. (2012).

9 IMN (2008).

10 CEPAL, MASEE, IH-UC. (2012).

11 SINAC (Sistema Nacional de Áreas de Conservación) . (2015). Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático del Parque Nacional Manuel Antonio. Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC). Quepos-Costa Rica. 35 pags.

Figura6

Climate Change Impacts on Tropical Forests in Central America: An ecosystem service perspective

Forest BookHace tres años nos embarcamos un grupo de investigadores de diversas partes del mundo en la escritura de un primer libro que acercara los bosques, el cambio climático y los servicios ecosistémicos en Centroamérica. Nuestro objetivo, impulsar a otros investigadores de la región a seguir explorando  sobre los futuros impactos del cambio climático sobre los bosques de la región.

La pérdida de biodiversidad es un problema ambiental importante en casi todos los ecosistemas terrestres en la Tierra. Esta pérdida se está acelerando impulsada por el cambio climático, así como por otras causas como la explotación agrícola, la fragmentación y la degradación provocada por los cambios de uso del suelo. La cuestión crucial en debate es el impacto en el bienestar de la población actual y futura, y el papel de los humanos en la explotación de los recursos naturales. Esto es de particular importancia en Centroamérica, la cual es una de las regiones más ricas y más amenazadas de la biodiversidad en la Tierra, y donde la pérdida de ecosistemas afecta fuertemente su vulnerabilidad socioeconómica.

Este libro aborda los impactos del clima y el cambio de uso del suelo en los ecosistemas forestales tropicales en esta importante región, y evalúa los costos económicos esperados si no se toman medidas de política, considerando diferentes escenarios futuros y diferentes escalas geográficas.

La publicación es innovadora porque utiliza enfoques teóricos y resultados empíricos para proporcionar un marco conceptual que sirva como un análisis integrado de clima y de uso del suelo así como los efectos del cambio en los ecosistemas forestales y los efectos económicos relacionados, ofreciendo a la vez una idea de la compleja relación entre los ecosistemas y los beneficios para los seres humanos. Consideramos que es una importante contribución de gran valor para estudiantes y académicos en los campos de la economía ambiental y ecológica, ciencias del medio ambiente y la silvicultura, manejo de recursos naturales, la agricultura y el cambio climático.

Reseñas editoriales

«Este es un volumen definitivo de lecturas sobre cambio climático y los servicios de los ecosistemas en los bosques de América Central. Las lecturas proporcionan información y análisis de viabilidad, y deben servir de inspiración para investigadores interesados no solamente en este problema, sino también en la realización de estudios sobre el impacto del clima en ecosistemas de otras regiones críticas del mundo».-Edward B. Barbier, University of Wyoming, USA

«Los bosques tropicales se encuentran entre los ecosistemas más valiosos de la tierra en términos de su biodiversidad y su contribución al bienestar humano. Este libro es una adición oportuna y valiosa a la creciente literatura sobre servicios de los ecosistemas de bosques tropicales.» –Robert Costanza, The Australian National University, Australia

«Se trata de un volumen de lectura que vale la pena para los investigadores y los responsables de políticas que presenta uno de los pocos estudios integrales ecológicos y económicos de cómo el cambio climático está afectando a los servicios del ecosistema. El enfoque y análisis metodológico, utilizado al combinar diferentes datos espaciales y escenarios, deben servir de modelo para otras regiones críticas. «- Maria Jose Sanz Sanchez, Agriculture Organization of the United Nations (FAO), Italy

Contenido del Libro

Introduction

Part 1: Central American Tropical Forests, Ecosystem Services and Human Wellbeing

  1. An overview of forest biomes and ecoregions of Central America
  2. Ecosystem services in tropical forests: Contribution to human well-being and implications for economic valuation

Part 2: Climate, Water and Land-Use Changes in Central American Tropical Forests

  1. Impacts of climate change on ecosystem hydrological services of Central America: Water availability s
  2. Climate change impacts on the water services in Costa Rica: A production function for the hydro-energy sector
  3. Climate change economic impacts on water and recreation services in Central American forests
  4. Cost-benefit analysis of alternative land-use scenarios: A sustainability study for the volcanic central Talamanca biological corridor

Part 3: Economic Assessment, Adaptation, Options and Policy Implications

  1. The role of economic valuation of ecosystem services in an interdisciplinary context
  2. Ecosystem-based adaptation: Natural responses to climate change impacts

EL LIBRO SE PUEDE ADQUIRIR EN:

www.amazon.com

Emisiones de Dióxido de Carbono en los países de Centroamérica en 2012

ChimeneaDe acuerdo a datos preliminares de emisiones del año 2012 por parte del Proyecto Global de Carbono (The Global Carbon Project), la región Centroamericana emitió a la atmósfera 48,51 MtCO2 de las 35.418 MtCO2 que se emitieron en todo el mundo representando la región solamente el 0,14% de las emisiones totales de dióxido de carbono para el año 2012.

En 2012, las emisiones globales de CO2 estuvieron dominadas por las emisiones procedentes de China (27%), los EE.UU. (14%), la UE (28 Estados miembros, el 10%) y la India (6%). Las tasas de crecimiento de estos países desde 2011 hasta 2012 fueron del 5,9% para China, -3,7% para los EE.UU., -1,3% para la EU28, y el 7,7% para la India. Los países que más contribuyeron al cambio en las emisiones en el 2012 fueron China (incremento del 71%), EE.UU. (26% de disminución), India (21%) y Japón (11%).En 1990, el 62% de las emisiones globales provenían de los países desarrollados y 34% de los países en desarrollo. En 2012, el 37% de las emisiones se emitieron en los países desarrollados, y el 57% en los países en desarrollo (TGCP.2013).

Entre 1960 y el 2012 todos los países de la región Centroamericana han venido incrementado las emisiones totales siendo Guatemala, Panamá, Honduras y Costa Rica los de más rápido crecimiento seguidos de El Salvador, Nicaragua y Belice.

Emisiones CAM 1960-2012

En relación a las contribuciones de emisiones totales de Centroamérica por país en 2012 Guatemala domina con el 23,3% del aporte de emisiones totales, Panamá aporta el 20,1% seguido por Honduras con el 16,9%  Costa Rica con el 16,2% y El Salvador con 13,0%. Nicaragua ocupa en antepenúltimo lugar con 9,5% y Belice el último lugar con el 8,9%.

Contribución 2012

En cambio si se miran los países en emisiones por persona se obtiene que Panamá es el país de la región con mayores emisiones per cápita (2,6 tCO2/persona) seguido de Costa Rica (1,6 tCO2/persona), Belice (1,3 tCO2/persona), Honduras (1,0 tCO2/persona), El Salvador (1,0 tCO2/persona), Nicaragua (0,8 tCO2/persona) y Guatemala (0,7 tCO2/persona).

Percapita2012

La trayectoria actual de las emisiones de combustibles fósiles está siguiendo el escenario de emisiones más intensivo en emisiones del carbono de los escenarios de emisiones publicados  por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2013. La trayectoria actual está siguiendo el Camino que representa la concentración 8.5 (la última familia de escenarios del IPCC) que lleva a la temperatura media del planeta a cerca de 3,2 ° C a 5,4 ° C por encima de la era pre-industrial para el año 2100 (TGCP.2013).Escenarios

De las emisiones totales procedentes de las actividades humanas en el período 2003-2012 , alrededor del 45 % se acumuló en la atmósfera , el 27% en el océano y el 27% en la superficie terrestre. Durante este período, el tamaño de los sumideros naturales ha crecido en respuesta a las crecientes emisiones, a pesar de la variabilidad de año con año el  crecimiento es muy grande (TGCP.2013).

Para llegar a ser carbono neutral, primero se deben reducir las emisiones y los impactos posibles. Nos enfrentamos a la necesidad de realizar grandes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero durante este siglo con el fin de minimizar la interferencia antropogénica peligrosa en el sistema climático. Los individuos y las organizaciones debemos contribuir a la reducción de emisiones al reducir voluntariamente la demanda de energía y los Gobiernos deben equilibrar sus políticas para lograr un desarrollo bajo en emisiones de carbono.

Furgon

Todos los datos utilizados provienen de:  CDIAC: Boden, TA, G Marland, and RJ Andres. 2013. Global, Regional, and National Fossil-Fuel CO2 Emissions. Carbon Dioxide Information Analysis Center (CDIAC), Oak Ridge National Laboratory, US Department of Energy, Oak Ridge, Tenn., USA doi:10.3334/CDIAC/00001_V2013. http://cdiac.ornl.gov/trends/emis/meth_reg.html, obtenidos desde la página del TGCP (The Global Carbon Project): http://www.globalcarbonproject.org/index.htm

El desafío de enfrentar el Cambio Climático en Centroamérica…

Centroamérica produce menos del 0,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta pero es señalada como el “punto caliente” más vulnerable al cambio climático entre las regiones tropicales del mundo.  El cambio de uso del suelo sigue siendo un factor predominante en las emisiones de región representando el 74% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la región y diversos estudios identifican a Centroamérica entre las regiones del mundo con mayores problemas de seguridad alimentaria ante el cambio climático.

Recientemente salió publicado el Cuarto Informe del Estado de la Región y en su Capítulo 9 analiza las potenciales repercusiones del cambio climático en Centroamérica y los desafíos que implica enfrentarlo y mitigarlo desde las perspectivas ambiental, social, económica e institucional. Para ello el informe recopila y analiza información científica producida en el Istmo. El capítulo está conformado por tres secciones principales. En la primera se hace un recuento de las evidencias científicas y las proyecciones sobre el posible impacto del cambio climático en Centroamérica. La segunda explora los efectos esperados a nivel social y económico, con énfasis en dos sectores clave: agricultura y energía.  Por último, se presenta un análisis sobre las características y alcances generales de las políticas y estrategias regionales que se han formulado.

EL informe pone en evidencia que la relación del cambio climático y el rezago en el desarrollo humano de la región podría exacerbar los impactos de la cantidad creciente de desastres que afectan al Istmo. También se prevén efectos sobre la seguridad alimentaria, la productividad agrícola, el manejo del agua, las costas, la biodiversidad y los ecosistemas, entre otros.

Para Obtener el: Capítulo 9 relativo al Cambio Climático

Para Obtener el: Informe completo del Estado de la Región 2011

 

La biodiversidad terrestre de Centroamérica se podría reducir hasta en un 58% con el cambio climático.

Cuando escribimos de biodiversidad en Centroamérica quizás el parrafo inicial más común es; “Centroamérica contiene el 7% de la biodiversidad del planeta y una gran diversidad geológica, geográfica, climática y biótica” pero no nos detenemos a pensar que ese valor muy probablemente esté cambiando y que en el futuro será aún menor.

En el estudio La economía del cambio climático en Centroamérica: Síntesis 2010 dado a conocer a inicios del presente año por CEPAL, donde utilizan un índice de biodiversidad potencial (IBP) determinan que la biodiversidad de la región bajará aproximadamente un 13% durante este siglo y sobre todo hasta el 2050 sin tomar en cuenta los efectos del cambio climático, que cuando es considerado los valores disminuyen a nivel regional entre 33% y 58% a 2100 respectivamente, siendo los países más afectados; Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras con reducciones entre 75% y 70% del IBP en el escenario A2 y “en términos agregados se observan tendencias a la sustitución de los ecosistemas húmedos por ecosistemas secos, de la vegetación hidrófila por no hidrófila en los humedales, desplazamiento del bosque pluvial montano, montano bajo y premontano, cambios en el páramo pluvial subalpino y el bosque tropical muy húmedo, así como la expansión del bosque tropical muy seco y del bosque premontano seco.”

El estudio utiliza un índice de biodiversidad potencial para indicar la mayor probabilidad de encontrar más biodiversidad e integrar variables climáticas y de territorio. Las variables que se utilizaron fueron superficie total, superficie con ecosistemas diferentes de los urbanos y agropecuarios, latitud, curvas de nivel, temperatura, precipitación y disponibilidad de agua. La figura muestra los resultados de reducción de biodiversidad por país bajo los escenarios B1 y A2 utilizando los modelos de circulación global HadCM3 y HADGEM a escala municipal. Los resultados muestran una reducción del índice de biodiversidad potencial de más de 18% y 36% al 2050 en B1 y A2, respectivamente. Para el 2100 la disminución del índice alcanza 33% y 58%. A nivel de países, la reducción estimada del potencial de biodiversidad en B1 fue de la mitad en Nicaragua a aproximadamente 22% en Belice. En A2 las reducciones son entre 70% y 75% para Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras, y entre 38% y 43% para los otros tres países.

El documento completo puede ser obtenido en: CEPAL. (2010). La economía del cambio climático en Centroamérica: Síntesis 2010 (págs. 58-64). Mexico: CEPAL.

Ciclones tropicales aumentan en intensidad: Una amenaza creciente para la vulnerabilidad de la región Centroamericana

Cuando se tiene acceso a la posibilidad de hacer un mapa con los ciclones tropicales que han afectado a lo largo de 60 años el Pacífico y 158 años el Caribe Centroamericano entonces se dibuja un mapa como el siguiente (ver figura), pero ante todo se llega a la conclusión de que los eventos climáticos extremos en Centroamérica no son una excepción, sino que son bastantes recurrentes, lo suficiente para convertirse en una situación normal para el istmo por lo que su impacto tiene importantes consecuencias sobre las condiciones sociales, económicas y ambientales de los habitantes de la región.

Pero un aspecto importante a considerar en el futuro lo constituyen los  huracanes y fenómenos meteorológicos extremos que se predice serán más frecuentes e intensos conforme el ritmo del cambio climático se acelera. La evidencia muestra (Ver figura) que hay un creciente incremento en la proporción de los huracanes más destructivos, aunque la incidencia no ha aumentado. Huracanes más fuertes se traducirán en más daños e inundaciones en la costa Centroamericana. (Wilkinson, C., Souter, D. 2008)

Esta figura muestra que la proporción de huracanes intensos ha ido en aumento desde 1970, mientras que el número total de huracanes no ha cambiado mucho. Los huracanes trazados en el gráficos son todos lo ocurridos globalmente combinados en períodos de 5 años desde 1970 hasta el 2004 y con las tendencias proyectadas hasta el 2019. Las tormentas Categoría 1 son relativamente débiles, mientras que las tormentas de categoría 5 son particularmente devastadores (adaptado de Webster 2005). Las líneas discontinuas muestran tendencias lineales. (Tomado y traducido de Wilkinson, C., and Souter, D. 2008).

Cambios observados en variables climáticas de la Región Centroamericana

Un análisis de un conjunto de índices de cambio climático para el período  1961-2003 realizado para la región (Aguilar, E., et al. 2005) puso de manifiesto una tendencia general al calentamiento en la región, con la ocurrencia de un máximo de extremos cálidos y un aumento en la temperatura mínima, mientras que los eventos de bajas temperaturas han disminuido. El promedio de temperatura anual ha aumentado en aproximadamente  1 oC desde 1900 y el aumento de días y noches cálidas se incrementaron en un 2,5% y un 1,7% por década, mientras que las noches y días fríos has disminuido -2,2% y -2,4% respectivamente. Los extremos de temperatura muestran aumento de entre 0,2 oC y 0,3 oC por década.

Los índices de precipitación, a pesar de la gran variabilidad espacial, indican que, aunque no hay aumentos importantes en la cantidad de precipitación si se ha observado una intensificación de las mismas, esto quiere decir que los patrones de precipitación han cambiado de forma que ahora llueve más intensamente en un periodo de tiempo más corto.  (Aguilar, E., et al. 2005)